La Ingeniería en Mecatrónica también es para Mujeres
Rocío Báez Hernández
Una curiosidad que desafió los estereotipos
Desde muy pequeña, me sentí atraída por el funcionamiento de las cosas: cómo se movían, cómo se encendían o cómo la tecnología resolvía problemas. Sin embargo, al acercarme al momento de elegir una carrera, muchas voces a mi alrededor insistían en que la ingeniería "no era para mujeres", que era "cosa de hombres" y que, si me atrevía a entrar, seguramente sería la única. Esas palabras sembraron dudas en mí, haciéndome cuestionar si realmente pertenecería a ese mundo.
El encuentro que lo cambió todo
Un día, mientras paseaba por el Parque Juárez en Xalapa, me topé con una expo universitaria organizada por la UPAV. Movida por la curiosidad, me acerqué al stand de Ingeniería en Mecatrónica y me llevé una gran sorpresa: un grupo de estudiantes, entre ellas varias chicas, presentaban sus proyectos con seguridad y entusiasmo. Ese momento fue clave para mi decisión. Ver a otras mujeres destacando en la carrera demostró que sí era posible, que no estaba sola y que la ingeniería no tenía género.
Los miedos y la realidad al dar el primer paso
Tras salir de la preparatoria, investigué más sobre la carrera y decidí inscribirme. Aun así, el miedo persistía: ¿sería la única mujer? ¿Me juzgarían? ¿Podría seguir el ritmo? Recuerdo que en mi primera clase apenas podía hablar por los nervios al ver que casi todos mis compañeros eran hombres. Pero, contra todo pronóstico, fueron ellos quienes me dieron confianza: me hicieron sentir bienvenida, me animaron a no subestimarme y a creer en mis capacidades.
Hoy, mirando atrás con orgullo
Actualmente, curso el tercer cuatrimestre y, aunque solo somos tres mujeres en el grupo, puedo decir con orgullo que fue la mejor decisión que pude tomar. Mis profesores y compañeros han sido un gran apoyo, resolviendo mis dudas con paciencia y tratándome como una igual. El camino sigue siendo largo y lleno de retos, pero no cambiaría nada.
Un mensaje para las futuras ingenieras
A todas las mujeres que sueñan con estudiar mecatrónica o cualquier otra ingeniería, les digo: ¡anímense! No dejen que los estereotipos definan su futuro. La ingeniería necesita más voces femeninas, más ideas diversas y más presencia que rompa los moldes. Sí se puede. Y no, no estás sola.
Número 0 Junio 2025
Presentación

